viernes, 23 de octubre de 2009

EL ÚLTIMO DISCURSO DE JOSEPH GOEBBELS





"... La guerra se aproxima a su fin. La demencia que las potencias enemigas desataron sobre la humanidad ya ha pasado su punto culminante en lo que a esta guerra se refiere. Lo único que dejará detrás de sí, y en todo el mundo, será un indescriptible sentimiento de vergüenza y de asco. Y no puede ser de otro modo. La artificialmente construida y corrompidamente mantenida coalición entre plutocracia y bolchevismo terminará por romperse.

Alemania terminará dividida, Austria terminará librada a su propio destino. Los Soviets extenderán su influencia hasta el Atlántico. Inglaterra tarde o temprano perderá la totalidad de su Imperio. Hasta los Estados Unidos pronto pensarán distinto sobre este estremecedor fenómeno mundial. Guerras raciales y una decadencia indetenible les harán perder su prestigio y poder mundial.

Suceda lo que suceda, Alemania renacerá en pocos años después de esta guerra. Y no será por su propio esfuerzo. Alemania es tan imprescindible para Europa que hasta nuestros propios actuales enemigos tendrán que impulsar su reconstrucción. Nuestros campos y provincias destruidas serán repobladas en nuevas ciudades y pueblos... Volveremos a ser amigos de todos los pueblos de buena voluntad que habitan la Tierra, y junto con ellos haremos cicatrizar las heridas que deforman el noble rostro de nuestro continente.


Toda Europa y el mundo participarán de los avances que le hemos dado a la ciencia. Pero la pregunta es si en este mundo más nuevo y brillante vivirán también personas más felices. Si nuestros enemigos imponen su voluntad, la humanidad naufragará en un mar de sangre y lágrimas. Habrá guerras y más guerras que se sucederán prácticamente sin interrupción. Sin duda serán más reducidas y más aisladas geopolíticamente que esta guerra, porque ya nadie se atreverá tan irresponsablemente a provocar una hecatombe semejante a la actual. Pero si bien podrán ser guerras más reducidas, serán tanto más deshonrosas. El honor en el campo de batalla será definitivamente sepultado por la fría y sistemática desición de matar y destruir a cualquier precio.


Los hombres se matarán por poseer las cosas más superfluas y banales. Las plutocracias naufragarán en una desesperada carrera por dar cada vez más lujos a la humanidad corrompida por la molicie. Al final las plutocracias terminarán por no poder dar de comer a una población cada vez más numerosa. Habrá otra vez hambre, desocupados, y vendrá otra vez el bolchevismo a ofrecer tentadoramente las mismas soluciones falsas que nos ofrecieron a nosotros durante este monstruoso monumento al fracaso y a la ignominia que fuera la República de Noviembre.


Y aquellos que querrán poner remedio a este estado de cosas no tendrán otra alternativa que volver la vista hacia lo que nosotros hicimos y hacia aquello por lo cual seguiremos peleando hasta el amargo final. Aquellos que quieran mejorar este mundo decadente y corrupto tendrán que comprender que plutocracia y bolchevismo no son los dos únicos caminos transitables para redimir a la humanidad de la miseria y el fracaso. Porque hay un tercer camino que es el nuestro, que es lo único y el mejor, y que es aquel que ADOLF HITLER nos señalará.


Vendrán hombres que aun sin mencionarnos, porque les estará prohibido o porque temerán hacerlo, intentarán transitar por este camino nuestro. Y serán combatidos y traicionados al igual que nosotros lo fuimos. Pero al final VENCEREMOS, porque lo bueno y verdadero siempre triunfa en este mundo."

Berlín, 19 de abril de 1945.

JOSEPH GOEBBELS

Ministerio de propaganda del III Reich.

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